miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿QUÉ NOS DEJÓ LA FERIA?

Resumen del acontecer taurino de la Feria del Señor de los Milagros
RODRIGO COSSER CORONEL
Ha terminado la feria del Señor de los Milagros en su versión 2015 y como todos los años dejamos nuestra querida plaza con la afición renovada y con la esperanza de que el próximo año sea mejor. A continuación detallaremos lo que, a nuestro juicio, nos deja la pasada Feria, las cosas positivas, las cosas negativas y las cosas que se deben de cambiar de cara al próximo año. El futuro de nuestra feria es incierto, algunos comentan que la empresa ecuatoriana CITOTUSA  seguirá al frente de la plaza y otros que dejaran de dirigirla, lo cierto es que aún no hay nada concreto ni oficial; esperemos que en las próximas semanas se clarifique el panorama porque a la vuelta de la esquina tenemos una fecha que no debe de pasar desapercibida que es la conmemoración de los 250 años de Acho, esperamos que sea una celebración como Acho y la afición de Lima se merece.
Sin lugar a dudas lo mejor que nos deja la feria es a un Andrés Roca Rey con una proyección importantísima, los aficionados peruanos al fin podemos contar con un torero que va para figura, bien llevado por su apoderado, con un valor a prueba de todo y entregado en cada faena, lo que le ha valido ganar el Escapulario de Oro del Señor de los Milagros. Andrés llegó a Lima y “besó al Santo”.
Otra cosa positiva fueron los carteles confeccionados por la empresa; carteles atractivos y variados para el aficionado donde se combinaron a matadores con diferentes conceptos de tauromaquia, pudimos apreciar a toreros artistas como Morante o Talavante,   el poderío y valor de Castella, la figura emergente de López Simón, la técnica lidiadora de Rafaelillo y Urdiales,  la maestría y entrega de Ponce y como líneas arriba lo mencionamos, la proyección de Roca Rey. La encerrona del novillero Joaquín Galdós evidencio la gran técnica que posee; aunque nos hubiera gustado verlo un poco más en “novillero”.
Los de plata cumplieron en general, destacando Dennis Castillo con los palos. En el caballo sobresalieron el español “Tito” Sandoval y los nacionales César Caro  y  David De la Barra.

En cuanto al ganado, en el papel, ganaderías de diferentes encastes que eran de mucho interés para el aficionado, se esperaba con mucha expectativa el regreso de la ganadería de Miura, que luego de muchos años retornaba a Acho, consideramos que fue la decepción, ya que los tres primeros toros carecieron del trapío y fuerza que hacen famosa a esta ganadería, fue desconcertante ver como se caían los toros siendo alguno invalido, lo que le quitaba importancia a lo que hacían los de luces, la corrida se dividió en dos partes. Con justicia le otorgaron el escapulario de Plata al segundo toro de la corrida de Daniel Ruiz, toro importante por sus condiciones para embestir que colaboró para el triunfo de López Simón. Vimos en el encierro de La Quinta al mejor presentado de la feria, toros que si bien no tenían kilos exagerados, se presentaron bien armados y con defensas astifinas, ante uno de ellos el nacional Juan Carlos Cubas cortó una oreja.
El aspecto negativo, fue el excesivo costo de las entradas, ahuyentando al aficionado de ver su espectáculo favorito, lo que se tradujo en tendidos parcialmente poblados, con un promedio de entrada de media plaza por tarde, este punto se debería analizar a profundidad por el bien de la empresa y de  los aficionados.
Con respecto al público que asistió a la feria, no entendemos el cambio que ha sufrido la antes entendida, sensible y exigente afición de Acho, con la actual que en algunos sectores sin ningún conocimiento y motivo se meten con los toreros, como fue el caso de Diego Urdiales al que le gritaron improperios a su salida de la plaza injustamente; o el de un individuo que de una barrera de sol arrojó un vaso de cerveza a un picador profiriendo insultos a voz en cuello,  espectáculos como estos se deben evitar identificando a estos sujetos y retirándolos de la plaza, amén de otras actitudes como el palmoteo de los pasodobles, transitar durante la lidia o “hacer barra” a los toreros, que le quitan solera y seriedad a la plaza. Otro cuadro bochornoso es el que protagonizaron los costaleros en la novillada donde querían obligar al novillero Galdós a salir en hombros cuando éste con vergüenza torera quería salir por sus propios pies.
El aspecto que lució la plaza de Acho fue lamentable, descuidada, sucia y sin pintar, los servicios higiénicos a oscuras y en mal estado; no es posible, con lo costosas que son las entradas, que los aficionados no tengan un ambiente limpio y bien cuidado, acorde con la categoría de nuestra plaza.
El comportamiento de la autoridad fue variado, en algunos casos benevolente y en otros severo, careció de igualdad de criterios. Dio pase a algunos toros que carecían del trapío como para lidiarse en Acho, que consideramos una plaza de primera. En general llevo la feria en paz y sin contratiempos.  Hizo respetar su autoridad sancionando algunos subalternos que no cumplieron con el reglamento.
Este ha sido nuestro resumen de la feria 2015, ¡Hasta el próximo año Acho!.