lunes, 23 de septiembre de 2013

ACEPTABLE DEBUT DE LA GANADERÍA SANTA ROSA

Espada, se llevó dos orejas tras discutible indulto 
André Palomino 
El día de ayer se llevó acabo la novillada organizada por el Centro Representativo Sancos, quienes ya tienen varios años organizando atractivos festejos taurinos, con más de media plaza y con tarde nublada partieron plaza los novilleros españoles Mario Alcalde y Francisco José Espada y el novillero nacional Emilio Barrantes ante 6 ejemplares de la ganadería Santa Rosa de Lima, propiedad del matador y ganadero Alfredo Galdós, que resultaron presentables, embistieron sin mucha transmisión a excepción del 6to que fue indultado por Francisco José Espada. En otras manos se les podría haber visto mucho mejor.
El novillero peruano Emilio Barrantes, con el que abrió plaza, se le vio un buen manejo de capote, con la muleta su faena no tuvo transmisión ni clase, por lo que no caló a  los tendidos, se le vio indeciso a la hora de matar y al usar el descabello, por lo que escucho los 3 avisos y lamentablemente el toro volvió a los corrales, con su segundo novillo se le vio más decidido y acoplado, realizó buenas tandas con el capote y con la muleta consiguió sacarle pases por los dos lados, petición minoritaria de oreja no convence al juez de plaza. Yéndose de vacío.
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Mario Alcalde nos dejó lo mejor de la tarde con su primer lote, inició la faena siendo cogido sin consecuencias al adelantar la suerte en una cambiada, toreó por naturales que llegaron mucho a los tendidos, perdió una oreja ya que el astado demoró en caer, con el 5to novillo intentó torear pero el astado perdía mucho las manos, con poca fuerza, mata de una estocada entera, saludos y vuelta al ruedo por su cuenta. 
Francisco José Espada estuvo medroso con su primer astado, se le notó su falta de oficio desaprovechando a un novillo que embestía con nobleza, silencio; con el 6to y último de la tarde, el más completo de la tarde, se fue a los corrales con pases, el novillero no lo supo aprovechar, al ver que algunos presentes sacaron el pañuelo blanco para el indulto, alargó la faena y no se echó a matar, sin ninguna explicación más personas pidieron el indulto, y el juez de plaza inexplicablemente concede el indulto, su falto de conocimiento se hizo notar al sacar el pañuelo verde que luego cambió por el naranja que vale para el indulto, el novillero se la llevó fácil y el juez le concedió 2 orejas por lo que salió a hombros.