Cortó las dos orejas y el rabo, ganando el Escapulario
Cajamarca.- El día 16 de agosto, se realizó el festejo en el distrito de Asunción, provincia de Cajamarca. Se lidiaron 3 astados de la ganadería Vista Alegre de propiedad del Ingeniero Adolfo Amorín que resultaron buenos y un astado de una ganadería desconocida que resulto intoreable por lo ciego.
Partieron Plaza el diestro David Esteve, quien no tuvo suerte con su primero, salió reparado de la vista, y tuvo que abreviar. En su segundo burel de Vista Alegre, le salió bueno, estuvo aseado y entregado. Pero lamentablemente el diestro español perdió los trofeos por es estoque.
Estuvo novillero “Mota”, de Ayacucho, le tocó un buen novillo de Vista Alegre, quien no lo supo entender y no se acopló. No llegó a los tendidos. Fue silenciada su labor.
El sabor torero la dio el joven novillero Emilio Barrantes, salió a por todas, y no defraudó. Le tocó un buen novillo de Vista Legre, donde Barrantes lo entendió aprovechándolo con pases de mucha calidad, rematando con soberbios pases de pecho. Le encontró la distancia dando muletazos templados. Con la espada estuvo certero, y fue premiado con las dos orejas y el rabo, ante el clamor de público asistente. Y así fue a creedor por segundo año consecutivo al trofeo del festejo en honor a la Virgen de la Asunción, del único festejo que se realiza anualmente.
Cajamarca.- El día 16 de agosto, se realizó el festejo en el distrito de Asunción, provincia de Cajamarca. Se lidiaron 3 astados de la ganadería Vista Alegre de propiedad del Ingeniero Adolfo Amorín que resultaron buenos y un astado de una ganadería desconocida que resulto intoreable por lo ciego.
Partieron Plaza el diestro David Esteve, quien no tuvo suerte con su primero, salió reparado de la vista, y tuvo que abreviar. En su segundo burel de Vista Alegre, le salió bueno, estuvo aseado y entregado. Pero lamentablemente el diestro español perdió los trofeos por es estoque.
Estuvo novillero “Mota”, de Ayacucho, le tocó un buen novillo de Vista Alegre, quien no lo supo entender y no se acopló. No llegó a los tendidos. Fue silenciada su labor.
El sabor torero la dio el joven novillero Emilio Barrantes, salió a por todas, y no defraudó. Le tocó un buen novillo de Vista Legre, donde Barrantes lo entendió aprovechándolo con pases de mucha calidad, rematando con soberbios pases de pecho. Le encontró la distancia dando muletazos templados. Con la espada estuvo certero, y fue premiado con las dos orejas y el rabo, ante el clamor de público asistente. Y así fue a creedor por segundo año consecutivo al trofeo del festejo en honor a la Virgen de la Asunción, del único festejo que se realiza anualmente.