CUATRO OREJAS EN LA SÉPTIMA Y ÚLTIMA DEL
CARNAVAL TAURINO DE AMÉRICA 2010
Oscar Eduardo Fernández Guillén.
(Mérida-Venezuela) Con un saldo de cuatro orejas concluyó la séptima corrida del ciclo taurino enmarcado en la XLI edición de la Feria Internacional del Sol, celebrada en la ciudad de Mérida la tarde del 16 de febrero; tarde variopinta donde destacó el notable civismo de los aficionados y espectadores en general, y que pudo contar con mayor número de trofeos de no haber sido arrebatados por la falta de acierto durante la suerte suprema.
En medio de un clima soleado, y con algo más de ¾ de plaza, fueron lidiados ocho toros con la divisa colombiana de “Ernesto Gutiérrez”, bien presentados, desiguales en cornamenta, con nobleza y de variado juego; en el último festejo del Carnaval Taurino de América 2010, a cuyo cartel original fue añadido el diestro malagueño Javier Conde debido al retraso que le imposibilitó presentarse en la sexta corrida de la feria, tal y como estaba anunciado.
Luis Francisco Esplá hizo alarde de su maestría y consagración en el arte de Cúchares, a pesar del escaso juego que ofreció el primer astado con el que abrió festejo. Su indiscutible veteranía se constató a la hora de cubrir cada tercio. Se lució con ambos toros en banderillas, llegando y clavando rehiletes reunidos con facilidad. Empleando la muleta logró levantar a su segundo oponente, instrumentándole diversos pases con la naturalidad y sencillez que sólo otorga la experiencia. No obstante, la suerte se apartó de su vera en el momento definitivo y aunque falló con el acero en el primer intento, recibió una oreja.
Javier Conde se presentó en Mérida para brindar su esencia gitana a la hora de torear. Se entregó con el primero de su lote, al que supo desplegar la muleta en el momento oportuno, sin quitarla de su cara para llevarle por naturales y derechazos acompasados por la música. La nobleza de “Pirómano” fue evidente y contribuyó para que se le otorgara una oreja con fuerte petición de la segunda. Al sexto de la tarde logró someter por algunos momentos con su muleta, pero éste fue progresivamente yéndose a menos.
Julián López “El Juli” aprovechó al máximo al mejor lote de la última de feria. Al primer cornúpeta lo hizo romper con soberbios derechazos y naturales largos y templados que culminaban dejando en suerte al animal para proseguir ininterrumpidamente con su labor. Una oreja en el primero. En su segunda actuación se hizo presente la premura con la concesión de música, abundaron los desplantes y se colmó de coraje tras ser desarmado. Falló con la espada en varias ocasiones y borró con ello todo vestigio de premio alguno.
Rafael Orellana pechó con un bravo y noble “Alpinista”. Logró ligar una serie de derechazos con buenos remates, luego de lo cual recurrió a su acostumbrado repertorio de molinetes mirando a los tendidos. Tras un cuarto de espada seguida por una estocada entera y perpendicular, recibió una oreja. El colofón de la feria no fue lo más alegre y boyante posible. El octavo resultó ser soso, aplomado y reservón, de medias embestidas que imposibilitaban concluir los pases con elegancia. Asimismo, la quietud del espigado torero merideño se ausentó de la arena, pues presentó excesiva movilidad, prisa y falta de concentración. Prefirió abreviar con estocada entera caída y desprendida.
Ficha del Festejo:
Martes 16 de febrero.
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia”.
Séptima de Abono.
Ocho toros de “Ernesto Gutiérrez”, bien presentados, desiguales en cornamenta, con nobleza y de variado juego.
Luis Francisco Esplá: palmas y oreja.
Javier Conde: oreja y leves palmas tras un aviso.
Julián López “El Juli”: oreja y palmas.
Rafael Orellana: oreja y palmas tras aviso.
Incidencias: por vez primera, la algarabía y elocuencia de la concurrencia reunida en la Monumental de Mérida dio paso al más solemne silencio.
CARNAVAL TAURINO DE AMÉRICA 2010
Oscar Eduardo Fernández Guillén.
(Mérida-Venezuela) Con un saldo de cuatro orejas concluyó la séptima corrida del ciclo taurino enmarcado en la XLI edición de la Feria Internacional del Sol, celebrada en la ciudad de Mérida la tarde del 16 de febrero; tarde variopinta donde destacó el notable civismo de los aficionados y espectadores en general, y que pudo contar con mayor número de trofeos de no haber sido arrebatados por la falta de acierto durante la suerte suprema.
En medio de un clima soleado, y con algo más de ¾ de plaza, fueron lidiados ocho toros con la divisa colombiana de “Ernesto Gutiérrez”, bien presentados, desiguales en cornamenta, con nobleza y de variado juego; en el último festejo del Carnaval Taurino de América 2010, a cuyo cartel original fue añadido el diestro malagueño Javier Conde debido al retraso que le imposibilitó presentarse en la sexta corrida de la feria, tal y como estaba anunciado.
Luis Francisco Esplá hizo alarde de su maestría y consagración en el arte de Cúchares, a pesar del escaso juego que ofreció el primer astado con el que abrió festejo. Su indiscutible veteranía se constató a la hora de cubrir cada tercio. Se lució con ambos toros en banderillas, llegando y clavando rehiletes reunidos con facilidad. Empleando la muleta logró levantar a su segundo oponente, instrumentándole diversos pases con la naturalidad y sencillez que sólo otorga la experiencia. No obstante, la suerte se apartó de su vera en el momento definitivo y aunque falló con el acero en el primer intento, recibió una oreja.
Javier Conde se presentó en Mérida para brindar su esencia gitana a la hora de torear. Se entregó con el primero de su lote, al que supo desplegar la muleta en el momento oportuno, sin quitarla de su cara para llevarle por naturales y derechazos acompasados por la música. La nobleza de “Pirómano” fue evidente y contribuyó para que se le otorgara una oreja con fuerte petición de la segunda. Al sexto de la tarde logró someter por algunos momentos con su muleta, pero éste fue progresivamente yéndose a menos.
Julián López “El Juli” aprovechó al máximo al mejor lote de la última de feria. Al primer cornúpeta lo hizo romper con soberbios derechazos y naturales largos y templados que culminaban dejando en suerte al animal para proseguir ininterrumpidamente con su labor. Una oreja en el primero. En su segunda actuación se hizo presente la premura con la concesión de música, abundaron los desplantes y se colmó de coraje tras ser desarmado. Falló con la espada en varias ocasiones y borró con ello todo vestigio de premio alguno.
Rafael Orellana pechó con un bravo y noble “Alpinista”. Logró ligar una serie de derechazos con buenos remates, luego de lo cual recurrió a su acostumbrado repertorio de molinetes mirando a los tendidos. Tras un cuarto de espada seguida por una estocada entera y perpendicular, recibió una oreja. El colofón de la feria no fue lo más alegre y boyante posible. El octavo resultó ser soso, aplomado y reservón, de medias embestidas que imposibilitaban concluir los pases con elegancia. Asimismo, la quietud del espigado torero merideño se ausentó de la arena, pues presentó excesiva movilidad, prisa y falta de concentración. Prefirió abreviar con estocada entera caída y desprendida.
Ficha del Festejo:
Martes 16 de febrero.
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia”.
Séptima de Abono.
Ocho toros de “Ernesto Gutiérrez”, bien presentados, desiguales en cornamenta, con nobleza y de variado juego.
Luis Francisco Esplá: palmas y oreja.
Javier Conde: oreja y leves palmas tras un aviso.
Julián López “El Juli”: oreja y palmas.
Rafael Orellana: oreja y palmas tras aviso.
Incidencias: por vez primera, la algarabía y elocuencia de la concurrencia reunida en la Monumental de Mérida dio paso al más solemne silencio.