Se llevó el Escapulario de Oro
Joaquín Rey
La feria en honor al Apóstol Santiago, patrón de Pauza – Ayacucho, terminó el lunes después de dos intensos días taurinos. Los peruanos Juan Carlos Cubas y Paco Céspedes y el español David Gil completaron la terna que partió plaza los dos días de feria.
La del lunes 27 fue una tarde superior, con un público sumamente alegre a pesar del fuerte aguacero que mojó el anillo. Gil no estuvo en su día, con un primer toro manso, y el cuarto con mucha bravura pero un sentido maldito, toro de peligro que el diestro pasaportó rápidamente. Paco Céspedes tuvo dos faenas muy sólidas con un toreo clásico y naturales sobrios. Mata a los dos con estocadas perfectas. El diestro ha mostrado un dominio inmaculado del estoque. Cubas consiguió la faena de la feria con su primeo. Un toro bravo y repetidor al que el espada toreo con mucha clase. Doblones, naturales, molinetes, manoletinas rodilla a tierra y unos grandes remates de pecho. El matador huanca logró todo lo que quiso y como corolario dio una gran estocada que liquida al toro en segundos. Una gran faena que le valió el escapulario de oro de la feria. En su segundo toro se encontró ante uno manso con el que acaba rápidamente con un certero descabello.
Pauza nos deja un gran sabor. Un pueblo acogedor y una afición que exige calidad a los toreros y valora lo bueno. Esperamos que la categoría de su feria se siga elevando y se consolide como la mejor del sur del Perú.
La del lunes 27 fue una tarde superior, con un público sumamente alegre a pesar del fuerte aguacero que mojó el anillo. Gil no estuvo en su día, con un primer toro manso, y el cuarto con mucha bravura pero un sentido maldito, toro de peligro que el diestro pasaportó rápidamente. Paco Céspedes tuvo dos faenas muy sólidas con un toreo clásico y naturales sobrios. Mata a los dos con estocadas perfectas. El diestro ha mostrado un dominio inmaculado del estoque. Cubas consiguió la faena de la feria con su primeo. Un toro bravo y repetidor al que el espada toreo con mucha clase. Doblones, naturales, molinetes, manoletinas rodilla a tierra y unos grandes remates de pecho. El matador huanca logró todo lo que quiso y como corolario dio una gran estocada que liquida al toro en segundos. Una gran faena que le valió el escapulario de oro de la feria. En su segundo toro se encontró ante uno manso con el que acaba rápidamente con un certero descabello.
Pauza nos deja un gran sabor. Un pueblo acogedor y una afición que exige calidad a los toreros y valora lo bueno. Esperamos que la categoría de su feria se siga elevando y se consolide como la mejor del sur del Perú.