miércoles, 18 de abril de 2012

HABLA LA JUVENTUD TAURINA

“Fiesta taurina es de todo el Perú”
DIARIO EXPRESO
A sus 25 años muestra que la juventud vive la afición a la tauromaquia. El joven y destacado economista, Joaquín Rey Belaunde, nos cuenta cómo nace su amor por la tauromaquia que lo ha llevado a viajar a gran parte del país y del extranjero, comprobando que las corridas de toros son patrimonio y vivencia de todo el país.
–Teniendo en cuenta que usted ha visitado gran parte del país observando las corridas de toros, ¿cómo percibe estas fiestas?
En general, los toros son una tradición muy arraigada en el Perú andino sobre todo. La sierra norte es la zona más taurina, pero también Áncash en el norte; y en el centro y sur, Ayacucho. Casi todas las celebraciones patronales y de los pueblos siempre tienen una feria. En algunos lugares son corridas no formales, con ganado de media casta, corridas que no tienen la cuadrilla de toreros completa. De alguna forma es una manifestación que sólo hay afición…
–¿Y tendencia a mejorar la calidad del espectáculo?
Sí, cada año observo que hay una tendencia a darnos corridas de mejor nivel, con mejores toreros, con ganaderías, incluso extranjeras,  sobre todo en las ferias importantes, que son las de Cajamarca, Cutervo, Bambamarca. Mucha gente en Lima tiene esa visión centralista que solo los toros en el Perú son Acho, pero la fiesta taurina es de todo el país.
–¿Dónde se observa más actividad taurina?
Cajamarca es la región más taurina y regiones como Áncash en toda la zona del Callejón de Conchucos, Pampas, Pomabamba, en Huari, Chavín de Huántar, que dan corridas más o menos formales. Sin embargo, si hablamos de festejos informales, hay una gran cantidad en los más alejados lugares. También hay en la sierra de La Libertad, yendo de norte a sur, en Huamachuco, Santiago de Chuco, donde quizás  encontremos las fiestas más importantes; además de Trujillo. En Lima, no sólo tienes Acho, también la sierra limeña es muy taurina, sobre todo en la provincia de Huaral, en sus zonas altas como Santa Catalina, Chauca, Pariamarca; y también en la sierra limeña hacia Canta; y al sur del Perú, Ayacucho, en Cora Cora, Puyo, y después en Arequipa y Puno, en estas últimas no se mata al toro, sólo lo torean.
–¿Y hay peculiaridades?
La verdad es que cada pueblo tiene una identidad muy personal en su fiesta, en todos lados es distinto, por dar un ejemplo en Chalgualca, en la región Apurímac, al sur del Cusco hacen el Yawar Fiesta que es una representación, en la que ponen al cóndor encima del toro. En Arequipa y Puno, no se mata al toro, sólo se le torea. Sin embargo, en Cajamarca se tiene el estilo más español, un poco más formal, pero también con particularidades porque normalmente los toros los pone un mayordomo, que es el que apadrina la fiesta y en algunos casos son varios mayordomos, que son quienes ponen un toro. Además, en Cajamarca durante la corrida se toca carnaval cajamarquino, y al sur se toca huayno.
–¿La cantidad de toros también es la diferencia en cada una de las ferias?
En muchas plazas se torea 12 toros o 16, mientras que en Acho solo se torean a 6 toros. Además, hay en algunos lugares en que la población entra y son ellos quienes torean. En otros lugares emplea a payasos como parte del show. Ahora, también observamos estas fiestas en algunos distritos de Lima, como Puente Piedra, San Juan de Lurigancho, pues la llegada de personas provenientes de la sierra trajo consigo esta festividad.
–¿El ganado, cómo está?
En el Perú para la mayoría de ferias se importa el ganado, incluso para Acho, más allá de Roberto Puga el toro es colombiano, porque no hay mucha ganadería.
–¿Siendo usted una persona muy joven, por qué no es antitaurina como parece serlo la gran mayoría de su edad?
Yo respeto mucho a la gente que no le gusta la fiesta, pero pido el mismo respeto para quienes sí nos gusta, es una cuestión de libertad. El principio acá es respetar las libertades.
–¿A qué edad nace su  afición y cómo?
Nace como un tema muy personal, porque mi familia no es tan aficionada, yo he ido a la plaza de Acho con mi papá, algunas veces, pero nada más. Yo comencé a ir solo a las corridas, ya en la universidad conocí a unos amigos que eran taurinos y fuimos  a Acho..