Corta cuatro orejas que lo hacen ganador del
Escapulario de Oro del Señor de los Milagros
En una tarde soleada, con tres cuartos de
entrada, siendo cubiertos en su totalidad los tendidos de sol, disfrutamos
de una gran tarde de toros, con un Andrés Roca Rey variado y entregado; sin duda
tenemos un gran torero que de seguro llegará muy lejos. Y un Enrique Ponce en
maestro, toreando a gusto, entregado y decidido.
No podría ser mejor el cierre de Feria 2015,
con el triunfo de un torero peruano y que el ansiado Escapulario de Oro del
Señor de los Milagros se quedara en casa, tras el clamoroso triunfo de Andrés
Roca Rey.
Fue un mano a mano muy entretenido, ambos,
padrino y ahijado fueron recibidos de pie, arropados por el cariño de
toda la afición limeña.
La maestría de ENRIQUE PONCE (grana y
oro), torero muy querido e identificado con la afición limeña.
A su primero lo saluda con buenas verónicas,
rematadas con ceñidas chicuelinas, brinda a su ahijado Andrés Roca Rey. Inicia
su faena de muleta con toreros doblones, el de Roberto Puga se apaga pronto, el
diestro decide coger el acero, golpe de descabello tras el tercer intento con
la espada. Silencio al matador pitos al toro.
Su segundo, que fue cambiado por un toro
colombiano de la ganadería de Juan Bernardo Caicedo, un bonito astado colorado
que tuvo recorrido y que el diestro Enrique Ponce lo metió en su muleta. Estuvo
todo el tiempo en torero, las tandas se dieron en su mayoría por el pitón
derecho, que era el mejor, encimó al astado al que lo entendió sacándole pases
importantes, finaliza su faena con “poncinas”. Se perfila y deja una estocada
entera en el “rincón de Ordoñez”, el toro demora en caer, la autoridad le
otorga una oreja.
Con el quinto, Enrique Ponce, salió con
muchas ganas de cortar las orejas, muletazos que calan en los tendidos, se la
juega en los terrenos del toro, con la tranquilidad que le da su maestría,
ejecuta dos circulares invertidos, es aclamado. Deja una estocada trasera y
caída, el toro demora en caer, tocan el aviso. Hay petición de oreja por gran
sector de la plaza que no es atendida por la autoridad.
La entrega de ANDRES ROCA REY (turquesa
y oro), fue la sorpresa de la tarde, estuvo muy entregado y variado,
jugándosela literalmente, no dejó pasar el tren y éste apostó fuerte y
consiguió el tan ansiado Escapulario de Oro.
En su primero, buen saludo a la verónica, en
la pica se parte la vara, quitó con ceñidas tafalleras y caleserinas, el de
Roberto Puga se revolvía pero Andrés porfió por ese lado derecho, y por
milímetros se salva de la cornada, deja una estocada trasera, golpe de
descabello, silencio.
Con su segundo, corrido en cuarto lugar, Roca
Rey, puso la carne sobre el asador, estructurando una faena de mucho valor,
brinda a su madre doña Mercedes. Con la muleta estuvo muy entregado, pisando
terrenos muy comprometidos, la afición valora la entrega. Inicia su faena con
cambiados por la espalda en los medio, con la diestra realiza dos tandas de
buena factura, es premiado con la música, dos redondos invertidos y finaliza su
faena con arrucinas, la plaza entregada lo ovaciona fuertemente. Iguala y deja una estocada
entera, el público no duda en sacar los pañuelos, la autoridad otorga las dos
orejas.
Con el corrido en sexto, su último toro, Andrés lo saluda por chicuelinas, brindó a su
padrino Enrique Ponce y a su hermano Fernando que se encpontraba en el
callejón, inició su faena de rodillas que remata con la de pecho. Naturales por
el pitón izquierdo, pase del desprecio, se lo pasa por la espalda en dos
oportunidades, acompañado de la marinera, el público lo aclama. El torero
estuvo entregado y variado en todo momento. Su maestro Campuzano le indica: …a
matarlo…!. Andrés sigue toreando en los
tendidos de sol, se perfila y deja una estocada entera en buen sitio.
Nuevamente el público pide la oreja, la autoridad le concede las 2 orejas,
creemos la 2da en forma excesiva.
El Ganado: Fue de Roberto Puga, disparejo en
presentación, débil y blando. Justito de raza, dos que humillaron y uno
devuelto por chico.
La Autoridad.- permitió pasar un astado que
aparentemente no cumplía con el peso mínimo en la balanza, para luego ser
devuelto y pitado. Otorgó innecesariamente la segunda oreja en
el último toro de Andrés Roca Rey, desmereciendo lo bien que estuvo Andrés
cortando las dos orejas en su segundo.
EL Público.- Como ha sido la tónica en toda
la feria, estuvo festivo y poco sensible, palmotea los pasodobles y hace barras
a los toreros. Nuevamente una lástima.