Tarde donde hubo Torero, faltó la casta
y bravura
El día de ayer finalizó la histórica Feria del
Señor de los Milagros en un colorido margo y de mucha concurrencia de
aficionados de distintos lugares del mundo taurino. Donde llenaron los tendidos
para ver un gran cartel anunciado con la novedad de la llamada Corrida Goyesca
en homenaje al artista limeño Pancho Fierro. Quien se encargó
de la decoración del ruedo fue la artista potosina Isabel Garfias,
quien plasmó en el ruedo y burladeros su arte del homenajeado. En una tarde
soleada se lidiaron toros de los hierros La Viña y El Olivar, de
buena presentación pero faltos de genio y transmisión. Descastados.
La afición salió desilusionada por ver una
tarde floja, poco que recordar y comentar, ante un Sebastián Castella que pudo
cortar una orea en cada uno de su lote, al primero un manso sin clase de “El
Olivar”, no tuvo fijeza saliéndose suelto de los pases, el diestro francés
insistió mucho para poderle sacar algunos lances rematados con los de pecho,
una oreja. Con su segundo corrido en 5to lugar, número 7, negro con 536 kg, de “El
Olivar”, de nombre “Espunoso”, mejor hechuras que sus hermanos, tuvo clase al
embestir, por lo que brindó al respetable. Estructura una faena con mucha
clase, circulares invertidos que conectan a los tendidos, estando sobre su
oponente en todo momento y entregado. Una oreja.
Morante de la Puebla, no tuvo suerte con su
lote, fue el peor de la tarde. Con su primero intentó torearlo por bajo, a
quien le dio un puyazo largo De La Barra, el de La Viña manso, reservón sin
clase ni fijeza, el diestro lo despachó de edia estocada, pitos al toro en el
arrastre y silencio al matador.
Con su segundo, inexplicablemente cierto sector
se metió contra el matador, el de La Viña, con cara sin humillar, no tuvo clase
al embestir, Morante lo despachó, pitos al toro, silencio al matador con
algunas pifias.
Andrés Roca Rey, quien volvía de su primera
presentación en la feria, no tuvo suerte con su lote, su primero con embestida
brusca y pegando tornillazos y tarascadas con violencia, le propinó un golpe en
la cara, lo despachó. Pitos al toro y
silencio al matador. Con su segundo un colorado de la Viña, salió inválido con
defecto en los cuartos traseros, no lo pudo lidiar por que perdía los remos. Tuvo
que abreviar. Pitos al toro, silencio al matador.
Finalizó la tarde saliendo a hombros el diestro
francés Sebastián Castellla, ovacionado por la afición limeña, un torero
honrado quien dejó patente su sitial como torero.