Porqué
la Plaza de Toros de Acho es la más cara del Mundo
Fuente:
Plataforma la Economía del Toro
MOTIVOS
PORQUE LA EMPRESA CITOTUSA, ABANDONÓ LA PLAZA DE TOROS DE ACHO.
Hace
apenas dos años, la Plaza de Toros de Acho salía a concurso. La Sociedad de
Beneficencia de Lima, propietaria del coso peruano, adjudicó la gestión a
Citotusa, la sociedad ecuatoriana que organizó durante años la prestigiosa
Feria Jesús del Gran Poder en Quito. Aunque el acuerdo ratificado entonces se
extendía por cinco años, las desavenencias entre ambas partes han acabado
conduciendo a la rescisión del acuerdo.
El
adiós se acordó el pasado 14 de diciembre. Citotusa envió como representante a
John Rojas, mientras que la Beneficencia estuvo representada por su presidente,
Martín Bustamante. La empresa ecuatoriana entendía que su permanencia en Acho
exigía algunos cambios en el contrato de gestión, entre los que destacan dos
reivindicaciones: la primera, la posibilidad de gestionar directamente el
proceso de venta de entradas, con ánimo de implantar un modelo similar al que
la empresa ecuatoriana desarrolló con éxito en Quito; la segunda, el permiso
para alquilar la Plaza para eventos no taurinos programados por otras empresas,
algo que el contrato en vigor no permitía salvo en aquellos casos en que el
espectáculo en cuestión fuese organizado por la propia Citotusa. A cambio, se
habría ofrecido la organización de una corrida extraordinaria en enero de 2016
que habría conmemorado el 250 aniversario de la Plaza.
Como
la Beneficencia no accedió a introducir ninguno de estos cambios, la empresa
acabó optando por decir adiós a Lima tras dos años de trabajo en los que los
resultados artísticos fueron positivos pero el balance económico se quedó muy
lejos de lo esperado. ¿El motivo? Las asfixiantes condiciones de gestión que la
propiedad impone año tras año a las empresas que se hacen cargo de esta
histórica Plaza de Toros.
De
entrada, cada año hay que pagar un canon desorbitado de 1,7 millones de soles
al año, lo que equivale a 450.000 euros. Si tenemos en cuenta que la Feria de
2015 ha estado compuesta de cinco corridas, vemos que semejante carga equivale
a 340.000 soles (90.000 euros) por cada uno de los festejos mayores programados
en Acho.
A
esto hay que sumarle el coste de mantenimiento del histórico inmueble peruano. La propiedad no invierte ni un céntimo en este punto, pero exige a la empresa
un desembolso anual de 100.000 soles, unos 25.000 euros. Por si no fuese
suficiente, Citotusa habría sido multada por no hacer este gasto en 2015… a
pesar de que en 2014 hizo una restauración integral de la Plaza valorada en
600.000 soles, unos 160.000 euros.
Por
otro lado, están las cargas que se aplican sobre el resultado obtenido en
taquilla por la celebración de festejos taurinos. De entrada está el Impuesto
General de Ventas, equivalente al IVA europeo, que está fijado en el 18%. A
esto se suma un gravamen adicional del 10% ligado al Impuesto de Espectáculos
Públicos. Por si no fuese suficiente, la Beneficencia cobraría una retención
del 5% sobre las ventas de cada corrida. En total, un golpe adicional que
disminuye un 33% los ingresos y que se suma al canon de 450.000 euros por
Temporada y a los gastos obligatorios de mantenimiento.
Considerando
todo lo anterior, no resulta difícil de creer que, según recogen medios como El
Comercio o Expreso, Citotusa haya soportado importantes pérdidas a raíz de su
paso por Lima. Este 2015 se estima que los números rojos alcanzaron los 800.000
dólares (730.000 euros), que se sumarían a las pérdidas de 700.000 dólares
(640.000 euros) registradas en 2014. En total, más de 1,5 millones de dólares
(1,4 millones de euros) de desfase entre ingresos y gastos acumulado en dos
años de gestión.
Ante
semejante montaña de costes, no sorprende que las entradas para ir a los toros
en Acho sean las más caras del mundo, con los billetes más económicos en el
entorno de los 70 euros. Si semejante precio ya sería desorbitado para España,
un coste así en Perú resulta del todo prohibitivo, ya que hablamos de un país
mucho menos rico que el nuestro.
¿Cómo
ha funcionado la taquilla este 2015? En el primer festejo de la Feria se
despacharon 1.350 entradas sueltas, a razón de 488.000 soles (130.000 euros). A
esto se suman unos 500 tickets de cortesía y la aportación de los casi 3.100
abonados, que aportan unos 838.500 soles (225.000 euros) por festejo. Las
cuentas de la segunda y la tercera corrida del ciclo fueron casi idénticas, lo
que supondría unos ingresos de 355.000 euros en cada una de estas tardes. Hubo
menos de público en la cuarta corrida, mientras que en la quinta se alcanzaron
los tres cuartos de entrada.
Estos
ingresos se ven enormemente mermados por todo lo explicado en líneas
anteriores. Si en una corrida media, con 1.350 entradas sueltas y 3.100 abonos,
los ingresos netos ascienden a 1.320.000 soles (355.000 euros), una vez
aplicamos el Impuesto General de Ventas y el Impuesto a los Espectáculos
Públicos nos quedamos en 970.000 soles (260.000 euros). Descontando la
retención del 5% de los ingresos aplicada por la propiedad, la cifra cae a
920.000 soles (247.000 euros). A esto se le sumaría también el coste por
festejo del canon de gestión: otros 340.000 soles (90.000 euros) que dejan el
neto final en 580.000 soles (157.000 euros).
El
elevado coste de importar toros de ganaderías españolas ha complicado más aún
las cosas. Los cuatro encierros comprados a divisas de nuestro país han
supuesto un desembolso de 500.000 dólares (450.000 euros). De media, el ganado
de cada una de estas corridas ha tenido un coste medio de 125.000 dólares
(112.000 euros). Por tanto, solamente el coste de los toros se lleva el 70% del
resultado neto de taquilla (580.000 soles, 157.000 euros).
Si
a esto le sumamos el elevado coste de contratar a las primeras figuras del
toreo (Morante de la Puebla, Enrique Ponce, Alejandro Talavante, Sebastián
Castella, etc.), parece claro que la Feria de Acho es muy difícil de mantener.
No en vano, las pérdidas medias que habría registrado Citotusa equivaldrían a
160.000 dólares (145.000 euros) por festejo.
Quizá
un ciclo con toros colombianos o peruanos habría sido más sostenible, ya que
desde el punto de vista económico esto habría reducido el gasto en toros a la
tercera parte: cuatro corridas habrían supuesto 170.000 dólares (150.000 euros)
y no 500.000 dólares (450.000 euros). No obstante, la Feria habría seguido en
números rojos, que serían de 470.000 dólares (430.000 euros euros) en vez de
los 800.000 dólares (730.000 euros) anunciados.
TRABAJOS REALIZADOS POR LA EMPRESA:
Pero,
por si todo lo anterior no fuese suficiente, también hay que tener en cuenta la
nefasta actitud de la Administración Municipal del Rímac. El gobierno del
distrito no invierte ni un céntimo en mejorar los alrededores de la Plaza, a
pesar de que la impresentable degradación que ha experimentado esta zona de la
capital de Perú incide directamente en el número de espectadores que decide
acudir a Acho.
El
gobierno del Rímac también actúa contra la Fiesta a base de imponer multas
exageradas a las empresas del coso. Este 2015, por ejemplo, ha sancionado a
Citotusa por convertir la tercera corrida del ciclo en un “mano a mano” entre
Sebastián Castella y Alberto López Simón, a pesar de que Miguel Ángel Perera
había causado baja a raíz de la cornada que sufrió en Salamanca. Otro ejemplo
lo tenemos en el Festival celebrado el 6 de diciembre: aunque Citotusa se
limitó a permitir que se organizase este espectáculo, ha sufrido una fuerte
penalización por no comunicar a tiempo la ganadería reseñada. También ha habido
multas a subalternos o sanciones por discrepancias en el papeleo. Si cada una
de estas infracciones ha supuesto gastos de decenas de miles de euros, queda
claro que no hablamos en absoluto de una Administración flexible sino de un
gobierno que solamente se preocupa de imponer trabas a la actividad
empresarial.
Ante
semejante panorama, el futuro de Acho no es nada prometedor. Si una empresa que
ha logrado buenos resultados artísticos ha recibido este trato por parte de la
propiedad, ¿qué se puede esperar del futuro? Un cambio radical en las
condiciones de gestión se antoja más urgente que nunca o, lamentablemente, la
Plaza peruana no será capaz de recuperar el esplendor de antaño.
Fuentes
consultadas: El Comercio, Diario Expreso e integrantes de La Economía
del Toro en Latinoamérica.
APUNTE:
Es
preocupante ver el futuro de nuestra Feria del Señor de los Milagros teniendo
tantas trabas en el camino por parte de la misma Beneficencia Pública de Lima,
como la Municipalidad distrital del Rímac, que solo hacen ahuyentar a la inversión
privada. Se espera la próxima licitación para lo cual como medio imparcial
pedimos un mejor trato para las Empresas Taurinas que quieren apostar por
nuestra Plaza de Acho, como dar facilidades a las Empresas Nacionales que saben
bien como es el manejo y conocen a la Afición Peruana.
Que
se acaben las trabas, que bajen los impuestos para que las entradas bajen y
dejen de ser las más caras del mundo y podamos ver un espectáculo de calidad al
alcance del bolsillo de los jóvenes aficionados y ver cada tarde los tendidos
nuevamente poblados.
Que
los estamentos taurinos se junten para dar solución a esta preocupante situación,
dejar de ser mezquinos con nosotros mismos, y apoyar en todo lo que se pueda,
hay sujetos que con su afán de ser protagonistas, se creen dueños de la verdad
y lo único que hacen es criticar por conveniencia propia, para ser
protagonistas baratos, sin embargo no hacen nada para el bien de nuestra
fiesta.