Escasa presencia y resultado del
ganado en la cuarta corrida de Acho
El día de ayer se
cumplió con la cuarta corrida de toros, quinta de abono en la bicentenaria Plaza de Acho, con un
poco más de los tres cuartos de aforo, ocuparon los aficionados, registrando la mejor
entrada hasta el momento de lo que va la Feria del Señor de los Milagros.
Preocupante es ver que no se tiene el material esencial que es el TORO, para tener las mínimas garantías de disfrutar una gran tarde, y más si se
tiene un cartel tan rematado con el anunciado el pasado domingo. Nos llevamos
una gran desilusión al ver una corrida parchada con poco fondo, escasa presencia
y bravura, impidió que la terna salga por la soñada puerta grande.Aficionados extranjeros se llevaron una mala impresión, se espera que se mejore para la ultima tarde ya que han venido de diferentes lugares para estas dos ultimas tardes.
Se dice muchas veces
que el binomio perfecto es entre toro y torero, sin embargo ayer falto el
primero ya que toreros sí los hubo.
Pablo Hermoso de
Mendoza, que se reencontraba tras una larga ausencia con el público peruano, en
su primero de nombre “Parrillero” de la ganadería colombiana Vista Hermosa, tuvo que ser devuelto a los corrales, al
inutilizarse la mano derecha al rematar el burladero de matadores, se corrió el
cambio con “Trueno” del hierro Vista Hermosa, el rejoneador estuvo en todo momento acertado, esperando y
metiéndose a terrenos comprometedores,
templando de una forma insuperable de palmo a palmo de terrenos. Falló con el
rejón de muerte, recibe el cariño del respetable en los tercios. En su segundoEn
su segundo “Mezquino” de J.B. Caicedo depocas cares, estuvo fenomenal al torear, hizo hasta cuatro
piruetas en la cara del astado, saliendo con las banderillas. Puso a dos manos
con banderillas cortas, rematadas con el teléfono y tocando los pitones con las
dos manos, que fue fuertemente jaleado. Dejó el rejón de muerte entero en buen
sitio, la autoridad le da una oreja mientras que cierto sector pide la segunda.
Siendo multado el subalterno por pedir los apéndices.
No se le vio y ni se
le pudo ver al maestro Julián López “El Juli”, enfundado en un terno de azul
oscuro y oro, le tocó el peor lote,
donde fue notoria su desazón, lo hizo todo en su primero, de nombre “Joyero”
del hierro San Esteban de Ovejas negro listón, con poca transmisión y débil de
remos, a quien lo recibió con verónicas sueltas rematadas con una media, cierto
sector del público desubicado o desinformado, pide poner las banderillas,
ignorando que el diestro ha dejado de hacer la suerte más de una década atrás.
Brinda al público, hace pases de tanteo, el diestro lo cuidó al burel en todo
momento, llevándolo a media altura sin
exigirle mucho, dos series rematadas con dos soberbios pases de pecho al
ralentí. Pero no tenemos “TORO”, se apaga pronto y lo despacha con un soberbio
volapié. En su segundo de nombre “Cuproso” de la ganadería Vera Cruz,
sencillamente sin presencia y sin clase a quien lo despacha rápidamente. Siendo
pitado en el arrastre.
Daniel Luque vestido con
un traje negro y oro, estuvo siempre voluntarioso, se le vieron pinceladas de
su buen toreo, aunque no pudo redondear la tarde con la espada, se le fueron
las orejas, se encuentra en un buen
momento pudo cortarle una oreja a su primero que fue pedida y no otorgada por
la autoridad. En su segundo del hierro peruano San Simón, nada que decir y
hacer, ante un astado que nunca humilló cruzándose en el tercio de banderillas,
como diciendo acá estoy “yo”, desarrollo sentido, y con buen tino el diestro lo despachó.