El Fandi y Roca
Rey no pudieron tocar pelo por los complicados de Salento
Tarde soleada con menos de
media plaza, luego del minuto de silencio al reconocimiento del maestro José
Ma. Manzanares, vivimos una tarde aunque
no como se deseaba, pero se vieron cosas interesantes, lamentable debut de la
ganadería colombiana Salento, disparejo en presentación no pudiendo servir para
el lucimiento de los coletas, que se estrellaron con un encierro soso,
mansurrón y complicado. Lo más rescatable de la tarde la vergüenza torera del
diestro Ivan Fandiño quien se entregó hacia el público de Lima y pudo “arrancar”
una merecida oreja a un toro que no tuvo clase.
David Fandila “ El Fandi” enfundado en
un traje carmín y azabache, no lo pudimos ver ya que tuvo el peor lote de la
tarde, su primer astado salió débil de
remos de salida, brindó cuatro pares de banderillas. Con la muleta poco pudo
hacer, deja una estocada defectuosa que causa hemorragia, pitos al toro y
silencio al matador. Con su segundo cuarto de la tarde otro garbanzo negro feo
de tipo y con la embestida descompuesta. Sin embargo el diestro estuvo siempre con mucha predisposición. El burel fue pitado en el arrastre y silenciado
el matador.
Ivan Fandiño de “Curita” y
oro, lo recibe en su primer toro con verónicas rematadas con
chicuelinas. Con la muleta el toro desarrolla sentido metiéndose por el pitón
derecho ocasionándole una espectacular voltereta, vuelve a la cara del toro sin
redondear su faena por las pobres condiciones del toro, deja una estocada
atravesada que no hace efecto. Con su segundo salió abanto y gazapón fue
fuertemente pitado a su salida, sin embargo Iván Fandiño se entregó a la plaza y supo sacar pases a un
toro que no valía nada, a base de técnica, y mucha decisión que fue reconocida
por el buen público de Lima otorgándole una merecida oreja.
Fernando Roca Rey de caña y
oro también se fue de vacío, con su primer astado fue derribado Yaco II de su
cabalgadura, invita a banderillear a su compañero “El Fandi”, brinda a la
novia, con la muleta intenta de hacer el toreo pero no tiene tela que cortar,
lo despacha con una estocada caída. Silencio. Con su segundo un toro veleto, de
la ganadería Achury Viejo, que salió emplazado no tuvo calidad ni bravura, deja
una estocada que cala, escucha un aviso.