FOTOS: L. Herencia.
El día de ayer se vivió una
entretenida tarde, con un gran ambiente taurino, aficionados de distintos
lugares se reunieron para ver una tarde que tuvo bastante expectación, por el
cartel y el ganado anunciado.
Se lidiaron seis astados de la ganadería La Pauca, propiedad de don Rafael Puga Castro, parejo en presentación siendo los mejores los corridos en tercero (lidiado por Fernando Villavicencio), cuarto (lidiado por Israel Téllez) y quinto lugar, (lidiado, Pedrito de Portugal). Todos recargaron al caballo.
Con unos minutos de retraso se
hizo el paseíllo por llegar tarde el diestro azteca Israel Téllez, quien tuvo
que vestirse en la misma plaza.
Partió plaza el diestro portugués
“Pedrito de Portugal”, enfundado en un traje verde manzana y oro, no pudiéndose
acoplar con el burel, quien no tuvo
buena embestida. Fue silenciada su labor. Con su segundo (corrido en quinto
lugar por error de salida en los toriles), estuvo toreando con lentitud, lo vimos con otra dimensión del toreo, realizó una faena con naturales bien ligados y rematados con toreros pases de
pecho. Lo vimos aseado y en toreo, lo supo entender al buen astado de La Pauca
que humilló y tuvo mucha clase. Falló con el acero y perdió los trofeos,
recibiendo una fuerte ovación dando la vuelta al ruedo.
Israel Téllez, vestido de berenjena
y azabache, no fue su tarde, con su primero no lo vimos, siempre desconfiad con
pases enganchados, por lo que abrevió, dejó una estocada entera y la autoridad
le otorga una oreja. Con su segundo, un buen toro que tuvo una salida alegre y recorrido,
lo banderilleó, sin embargo con la muleta no se acopló, se fue de vacío.
Fernando Villavicencio,
vestido de celeste y oro, quien estaba de aniversario por su primer año como
matador de toros, caló rápidamente a los tendidos, recibiendo de una larga
cambiada a su primero, aunque estuvo algo acelerado, quitó por ceñidas lopecinas, tomó los palos,
siendo fuertemente ovacionado. Con la muleta toreo gustándose, con pases bien
ejecutados. El público siempre entregado al torero peruano, finaliza con ceñidas
manoletinas, se perfila y deja una estocada entera en buen sitio, queda
encunado en la cara del toro y éste hace por él dejándolo magullado e inconsciente,
reacciona al instante, el toro cae y es fuertemente ovacionado, el público pide
las orejas, que son otorgadas. Con su segundo también estuvo entregado, quitó
por tafalleras, variado con las banderillas, con la
muleta deja pases de buena factura, pincha y es silenciada su labor.
Al término del festejo se le
otorga el escapulario Santo Domingo de Guzmán al diestro peruano Fernando
Villavicencio.
Ficha del festejo:
Pedrito de Portugal (Verde
manzana y oro), silencio y vuelta tras aviso.
Israel Téllez (Berenjena y
azabache), oreja y silencio.
Fernando Villavicencio (Celeste
y oro), dos orejas, ovación tras aviso.
Ganado: Se lidiaron seis astados de la ganadería La Pauca,
propiedad de don Rafael Puga Castro, parejo en presentación siendo los mejores los
corridos en tercero (lidiado por Fernando Villavicencio), cuarto (lidiado por
Israel Téllez) y quinto lugar, (lidiado, Pedrito de Portugal). Todos recargaron
al caballo, sobresalieron por su nobleza y recorrido.
Incidencias:
El festejo se retrasó por la llegada tardía del
mexicano Israel Téllez, fue fuertemente cogido el diestro Fernando
Villavicencio a la hora de matar su primer toro, quedando magullado e inconsciente.