martes, 16 de febrero de 2010

NUEVO TRIUNFO DE “EL FANDI” EN LA SEXTA DEL SOL

Oscar Eduardo Fernández Guillén.
(Mérida-Venezuela) La sexta corrida de toros de la XLI Feria Internacional del Sol que en un principio anunciaba la actuación de los españoles Javier Conde, David Fandila “El Fandi” y el venezolano Eduardo Valenzuela, se convirtió finalmente en un interesante mano a mano entre el granadino “El Fandi” y el valenciano Valenzuela; debido a vicisitudes ajenas a toda voluntad que retrasaron el traslado de Conde desde México hasta Mérida.
España y Venezuela estuvieron representadas en una tarde que registró la más importante entrada de lo que hasta ahora va de feria. Con lleno hasta la bandera y clima cambiante, fueron lidiados seis toros: cuatro de “Rancho Grande” y dos de “El Prado”, de distinta presentación y juego.
Dio apertura al festejo David Fandila “El Fandi” con “Emérito” de Rancho Grande, al cual saludó de buena forma con la capa aprovechando la fijeza que el animal rendía desde su salida. Cubrió el segundo tercio dejando tres pares de rehiletes en lo alto, con espectacular ejecución. Muleta en mano, comprendió las embestidas de “Emérito” e inició con serios molinetes en los medios, citando a considerable distancia, que se prolongó hasta alcanzar una faena por ambos pitones, con un variado repertorio que culminó al apagarse el astado, al cual fulminó de estocada entera. Dos orejas.
Su actuación prosiguió con la lidia, en tercer lugar, de “Mechoncito” de Rancho Grande. A éste realizó la mejor faena de la tarde, y de no haber sido por la forma poco ortodoxa con que entró a matar, usando un paño en vez de la muleta, hubiese paseado los máximos trofeos. Palmas.
Con el quinto del festejo, de nombre “Flautista” volvió a meterse al respetable en el bolsillo con los garapullos. La falta de fuerza del de “Rancho Grande” y la lluvia no hicieron mella en su desempeño que estuvo a la altura de las condiciones de su oponente. Dos orejas.

Eduardo Valenzuela, por su parte, corrió con el otro ecuador de la corrida. El primero de los tres fue “Pico Bolívar”, toro negro de tardías y dudosas acometidas al que arrancó algunos muletazos sin ligazón. Palmas. “Lopecito”, corrido en cuarto lugar, fue un ejemplar negro azabache de bonita presencia, el mejor del encierro, pero carente de fuerza. Concluyó su retorno a Mérida con “Copetico” de “El Prado”, quien fue recibido a porta gayola. Derrochó tranquilidad ante las complicaciones y manifestó uso de la razón por sobre las dificultades. Esto le permitió ir embarcando mejor a un toro que fue suelto al principio pero que terminó recibiendo múltiples pases y puso sobre el tapete la variedad y condiciones del diestro criollo, a pesar de estar poco placeado. Su buena labor le merecido una oreja.
Ante la ausencia involuntaria de Javier Conde en la sexta corrida del Sol, la empresa taurina “Hermanos Rodríguez Jáuregui C.A.” anunció la inclusión del espada malagueño en la séptima y última del serial taurino merideño; quedando conformado el cartel de cierre de la siguiente manera: ocho toros colombianos de “Ernesto Gutiérrez” para Luís Francisco Esplá, Javier Conde, Julián López “El Juli” y Rafael Orellana.
Ficha del Festejo:
Lunes 15 de febrero.
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia Briceño”
Sexta de Abono.
Seis toros de “Rancho Grande” (1º, 2º, 3º y 5º) y “El Prado” (4º y 6º), de distinta presentación y juego.

David Fandila “EL Fandi”: dos orejas, palmas y dos orejas.
Eduardo Valenzuela: palmas, palmas y oreja.
Presidente del festejo: Dr. Jorge Bustamante Calderón.
Entrada: lleno.

Incidencias: la presencia en la plaza de toros de Mérida de los forcados portugueses Amadores Artísticos de Elvas causó sensación entre el público asistente que no paraba de aplaudirles mientras éstos se ubicaban en los numerados de sombra, a propósito de la brillante actuación en la Corrida Nocturna de Rejones. Nuevamente el callejón de la “Román Eduardo Sandia” se vio abarrotado e irrespetado por personajes que consumían licor a cuenta de ser “tales por cuales”, obviando las indicaciones de la autoridad y ocupando a monosabios en labores de Barman.