Ante una novillada que no tuvo
clase
FOTO: CHELE ORTIZ
La novillada de José Vázquez se movió entre la mansedumbre y la nobleza. El segundo fue ovacionado en el arrastre mientras que quinto y sexto fueron aplaudidos.
La novillada de José Vázquez se movió entre la mansedumbre y la nobleza. El segundo fue ovacionado en el arrastre mientras que quinto y sexto fueron aplaudidos.
Martín Escudero estuvo muy
correcto con el primero, muy noble, pero sin chispa alguna. Saludó al arrastre
del tercero tras una faena laboriosa persiguiendo al manso de José Vázquez.
Rubricó con una buena estocada y saludó desde el tercio. Con el quinto cuajó
pasajes de interés sin llegar a redondear la faena.
Joaquín Galdós conectó
enseguida con el público en la lidia de su primero, al que embarcó con gusto y
personalidad por los dos pitones. El novillo duró poco y la faena bajó de
intensidad. Con el cuarto, manso huidizo, lo intentó todo sin que pudiera lucir
en ningún momento. Con el sexto, en una faena de más a menos, dejó algunos
lances largos en una faena inconclusa. Saludó al arrastre del sexto.
FICHA DEL FESTEJO.- Novillos
de José Vázquez, bien presentados, mansos y deslucidos, con la excepción del
buen segundo, que tuvo clase, temple y ritmo en las embestidas. Tercero y
cuarto se rajaron enseguida; bronco el cuarto; insulso el primero; y deslucido
el sexto.
Martín Escudero: estocada baja
(silencio); estocada (ovación tras aviso); y dos pinchazos, estocada
ligeramente desprendida y dos descabellos (silencio tras aviso).
Joaquín Galdós: estocada y
descabello (ovación); y pinchazo, y casi entera caída y atravesada (silencio
tras aviso); y estocada (ovación).
La plaza registró algo más de
un cuarto de entrada en tarde de espesos nubarrones, con agua en el sexto toro,
y progresivamente fresca.