Las arrancó con una faena muy meritoria
El día de ayer estuvimos en la Plaza de Toros Manuel
Rodríguez “Manolete”, en una tarde soleada con llenos en los tendidos. Se lidió
un bonito encierro bien hecho de la ganadería San Pedro, a los que les afectó
notoriamente los más de 4000 msnm, quedándose parados para el último tercio. Alguno desencastado. Y el mal estado del albero, hizo que perdieran los remos.
La terna dio todo en el ruedo, para el
agrado del respetable; cada uno fiel a su estilo. Se justificaron.
El matador peruano Juan Carlos Cubas (rosa y
oro), abrió plaza, con su primero el de más peso de la corrida, lo entendió sin
exigirlo, toreándolo a media altura. Deja
una estocada caída luego de un pinchazo en lo alto. Es silenciada su labor.
En su segundo, hizo el toreo clásico, con
toreros doblones, gustándose mucho, cala
al tendido. Lo entiende y sin exigirle lo torea con buenos naturales largos y
templados. Deja una buena estocada. Es premiado con las dos merecidas orejas.
El diestro español Paco Ramos (celeste y oro),
buen saludo capotero, con un torero remate de media. Señala bien el piquero
César Odoñez. El matador quita por delantales. Con la muleta dos tandas y el
toro aplomado. Se le fue el gas. Deja una estocada caída. Le otorgan una oreja.
Con su segundo, sale a por todas, lo recibe con
un farol apretado de rodillas, que enciende al público. Hace un vistoso quite
por chicuelinas. Deja un buen par el banderillero Salvador Díaz. El de San
Pedro se aploma y no tiene recorrido. El diestro coge la espada, se perfila y
deja una estocada cruzada calada. Pierde
los apéndices. Silencio.
El matador venezolano Manolo Muñoz (celeste y
oro con remates negros), estuvo muy entregado. Inicia su faena a la verónica, remata con una serpentina y revolera, siendo ovacionado. Coge los palitroques y deja dos buenos pares.
Con la muleta poco pudo hacer ya que el burel se va quedando corto y se
defiende por su debilidad. Pincha reiteradamente en lo alto. Da una vuelta al
ruedo ovacionado.
Con su segundo el cierre de la tarde, saluda
con dos largas cambiadas, coge los rehiletes y deja dos buenos pares. Con la
muleta instrumenta una faena de uno a uno. Pincha en todo lo alto. Y deja una
muy buena estocada hasta la gamuza. Es premiado con una oreja. ( que pudieron ser dos si no fallara con la espada)
Al término del festejo el diestro Juan Carlos
Cubas, sale en hombros de la plaza.