Por: Juan Medrano
Lo que debió ser una bonita tarde de toros, - así lo indicaba la lógica de una feria que iba de menos a más -, resultó un fiasco para la afición manizalita, que una vez más, a pesar de las inclemencias del tiempo, abarrotó de bote a bote las graderías del hermoso coso de Manizales. El culpable; la sosa y descastada corrida que echó al albero el maestro César Rincón, de su ganadería colombiana que lidia con el nombre de Las Ventas del Espíritu Santo. Uno de ellos, el corrido 6º, condenado a banderillas negras por rehuir el tercio de varas. El maestro Enrique Ponce perdió a espadas algún trofeo, lo mismo que Castella, luego de faena de entrega que pudo tener mejor epílogo si hubiese ido pronto por el descabello. Luis Bolívar se alzó con el único trofeo luego de emotiva faena donde la variedad y su gran disposición al triunfo fueron sus mejores argumentos.
RESUMEN DE LA CORRIDA:
Viernes, día 10 de enero.
Viernes, día 10 de enero.
En tarde de lluvia ligera y lleno de no hay billetes, se corrieron seis Toros de Las Ventas del Espíritu Santo, con romana pero sosos y desrazados. El 6º banderilleado con rehiletes negros por manso.
Enrique Ponce (tabaco y oro) palmas tras aviso y palmas.
Sebastián Castella (morado y oro) ovación tras aviso y palmas.
Luis Bolívar (hueso y oro con remates en azabache) oreja y silencio tras aviso.