EL SOL VOLVIÓ A BRILLAR Y
AFLORÓ EL TORERO BUENO
Luis Bolívar y Salvador Cortés abrieron la puerta grande, ante una brava corrida de Fuentelapeña.Los toros, encaste Parladé, que no fáciles ni bonancibles, vendieron cara su muerte.
Cuando el sol volvió a brillar sobre el emporio manizalita, luego de algunos días de intensos aguaceros que amenazaron la continuidad de la feria, el vallecaucano Luis Bolívar, torero de la tierra, nos regaló una buena tarde de toros, patentando con su oficio, torería y poder, sus credenciales que lo convertirán, de seguro, en próxima figura del toreo. El embetunado coleta se expresó en la arena con dos faenas para el disfrute, sin dejar de lado la emoción, por su entrega y disposición al triunfo. Cumbre ante el corrido 5º, brindada al maestro César Rincón, ante un toro que traía raza e iba largo pero sin acabar de entregarse. Un toro que iba para adelante pero traía dificultades al final de los muletazos, protestándolos, pero que acabó por rendirse ante la muleta poderosa de Bolívar, que lo cuajó de principio a final, firmando la obra con un certero estoconazo.
El bogotano Pepe Manrique, a pesar de lo voluntarioso que anduvo para estar sobre sus oponentes, no tuvo una tarde feliz, aunque de salida calentó los tendidos con una serie de mecidas y templadas verónicas ante el corrido 1º. Todo quedó allí porque al final no entendió a su oponente, que traía picante, y desacertado en las distancias. Faena justita por corta que el público valoró por la enorme voluntad del torero. Hubo petición de algún trofeo que se diluyó luego por la indiferencia del usía. Ante el 4º, que tenía sus cosas, le porfió y prolongó una faena de poco fondo.
El español Salvador Cortés tuvo una tarde sombría donde al final vio la luz. Torero de cite largo y depurado temple, cuajó por el derecho un par de buenas series en redondo ante su 1º. Luego la faena se vino a menos por las complicaciones de su oponente. Su insistencia, más que alegrías, le complicó la vida y no rayó a la altura de su categoría de torero de Sevilla. Ante el 6º, de nombre Extremeño, el mejor toro de la tarde, que traía raza y codicia, salió a matar. Bordó de muleta, rodillas en tierra, una gran serie en los medios templada magistralmente con la mano derecha. El público a reventar y el torero allí pegando pases. Con la mano de la verdad la faena decayó por un problema de manos que contrajo el toro durante la lidia. Y cuando tocaron a matar, Cortés se fue derechito tras la espada y enterró el acero hasta la cruz, cobrando dos trofeos que salvaron el honor y su cartel de torero de La Maestranza.
FICHA DE LA CORRIDA:
Miércoles, día 7 de enero.
En tarde soleada y con tres cuartos de entrada.
Ganado: se lidió un bonito encierro cuatreño de la ganadería Fuentelapeña, encaste Parladé, de pelo negro en diversos matices, bravos al caballo, encastados y algunos con dificultades, que dieron buen juego en el último tercio. Muy bueno por bravo y codicioso el corrido 6º, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Resultado artístico:
PEPE MANRIQUE (espuma de mar y oro) vuelta al ruedo tras petición y palmas.
LUIS BOLIVAR (hueso y oro con remates en azabache) oreja y dos orejas.
SALVADOR CORTÉZ (rosa y oro) palmas tras dos avisos y dos orejas.
Se desmonteró el banderillero Alex Benavides, de la cuadrilla de Salvador Cortés,tras clavar dos excelentes pares al corrido 3º.