jueves, 10 de septiembre de 2009

Apata, sin pena ni gloria

Espadas se fueron de vacío por culpa del ganado Estuvimos en la tarde de ayer en la placita de Apata, Jauja. Donde se dio una tarde en honor a la Virgen de Cocharcas, no pudimos ver nada.
Se inició la corrida cerca de las cinco de la tarde, el ganado no ayudó a los alternantes, el corrido primero estuvo toreado, y el segundo se rajó luego de las banderillas buscando las salidas, donde se aculó en tablas y fue complicado matarlo.
Hicieron el paseíllo el novillero venezolano
Antonio Ramos de blanco y oro, quien salió con mucha voluntad de querer hacer bien las cosas, pero se le apagó pronto el novillo. El nacional Ángel Jiménez de corinto y oro, (en sustitución de Pablo Juárez, quien estuvo anunciado en otra localidad) no tuvo suerte, le tocó un novillo con indicios de ser toreado, siempre buscando el bulto, tuvo que abreviar, pero sin embargo hizo quites en el novillo de su compañero.