Falleció Conchita Cintrón, la mejor rejoneadora de la historia
EFE Redacción Internacional (Cultura & Ocio)
Concepción Cintrón Verrill, sin duda la mejor rejoneadora de la historia y conocida como "La Diosa Rubia" por el color de su pelo, nació en Antofagasta, Chile, el 9 de agosto de 1922.
De padre puertorriqueño y madre norteamericana de origen irlandés, era sin embargo considerada como peruana, ya que desde los dos meses de edad residía en Lima y, por su matrimonio, se nacionalizó portuguesa, país en el que hoy falleció a los 86 años.
EFE Redacción Internacional (Cultura & Ocio)
Concepción Cintrón Verrill, sin duda la mejor rejoneadora de la historia y conocida como "La Diosa Rubia" por el color de su pelo, nació en Antofagasta, Chile, el 9 de agosto de 1922.
De padre puertorriqueño y madre norteamericana de origen irlandés, era sin embargo considerada como peruana, ya que desde los dos meses de edad residía en Lima y, por su matrimonio, se nacionalizó portuguesa, país en el que hoy falleció a los 86 años.
Empezó a dar clases de equitación en la academia que dirigía, en Lima, el que más tarde fuera su apoderado, el rejoneador portugués Ruy de Cámara. Allí recibió sus primeras clases de toreo a pie impartidas por el torero vasco Diego Mazquiarán "Fortuna" y más tarde, de rejoneo.
Como rejoneadora actuó por primera vez en público en enero de 1936 en la plaza de Acho (Lima), aunque hay versiones que afirman que su debut tuvo lugar en la desaparecida plaza de Algés, en Lisboa en 1935.
Descubierta por el mexicano Jesús Solórzano, el 31 de julio de 1938 se presentó como novillera en Tarma (Perú) y un año después, el 20 de agosto de 1939, debutó en México en la plaza de "El Toreo".
Con anterioridad había actuado en diversos países latinoamericanos, entre ellos Venezuela y Colombia, y a finales de los años treinta, interpretó además, la película "Maravilla del toreo".
Consagrada como estrella del toreo a caballo -aunque el más conocido cronista taurino de la época, Gregorio Corrochano, afirmó que era incluso mejor cuando lo hacía a pie-, Conchita Cintrón llegó en 1945 a España, donde las mujeres tenían prohibido torear a pie.
Actuó con capote, muleta y estoque en festejos camperos, en un festival benéfico en la madrileña plaza de Vista Alegre y en dos corridas en Ceuta y Melilla, para las que consiguió el permiso de el general Varela.
Además, pie a tierra actuó en la Monumental de Las Ventas, aunque a puerta cerrada, y en Jaén con Antonio Ordóñez y Manolo Vázquez, lo que le costó ir detenida al palco presidencial.
Su presentación oficial en España tuvo lugar en Sevilla, el 23 de abril de 1945, en la Maestranza, de la mano de Marcial Lalanda, y desde el primer momento se destacó su elegancia y su conocimiento de la lidia y la doma.
El 13 de mayo debutó en Las Ventas, para presentarse poco más tarde, el día 31, en la Monumental de Barcelona.
Durante esa temporada participó en 38 corridas y en la de 1946 en 48, pero en 1947 sólo actuó una vez en España y en 19 festejos en Portugal, cifra que se redujo en las dos temporadas siguientes a sólo tres.
Entre sus compañeros de cartel tuvo a los toreros más importantes de la época, desde Juan Belmonte a Domingo Ortega, pasando por Chicuelo, Cagancho, Pepín Martín Vázquez o Antonio Bienvenida.
Se retiró en 1950, tras contraer matrimonio el 5 de noviembre de 1951 en Lisboa con Francisco do Castelo Branco, un aristócrata portugués, con quien tuvo cinco hijos.
Al finalizar su carrera, Cintrón había participado en más de 400 corridas en las principales plazas de España, Portugal, Perú, México, Ecuador, Colombia, Venezuela, Francia y norte de África.
Afincada en Portugal, Cintrón se convirtió en agregada civil en la Embajada de Perú en Lisboa y compatibilizó esta actividad con el periodismo.
En los años setenta fue corresponsal de varios periódicos, como el "Comercio"(Lima) y el "Excelsior" (México), en los que no sólo escribía de toros, sino de temas de actualidad.
En 1991, con 70 años, volvió a vestirse con el traje campero e hizo el paseíllo en Nimes (Francia), para dar la alternativa a la rejoneadora francesa María Sara.
Homenajeada en diversas ocasiones, el 3 de agosto de 1995 le fue impuesta la medalla al Mérito Cultural en la plaza de toros de Campo Pequenho de Lisboa y en 2005 recibió en Madrid (España) "La Escalera del Éxito", distinción otorgada por el Círculo Taurino Internacional.
Autora de su autobiografía: "Recuerdos" y del texto "Patio de cuadrillas", su figura ha sido tema central de conferencias relacionadas con la mujer y la tauromaquia.