Con el descollante triunfo del venezolano Leonardo Rivera (torero de Mérida) culminó la 5a corrida de la feria del sol en Mérida
Moisés Tacuri García - Venezuela
Con toros de la ganadería Rancho Grande y el Prado, con un lleno total hasta las banderas
Se dio la corrida del arte donde alternaron Morante de la Puebla, Javier Conde y el local Leonardo Rivera, en los tres primeros toros no hubo suerte para ninguno de los alternantes, sin embargo en la segunda mitad se inició una bella y artística gesta sacando Conde a relucir su toreo gitano y artístico con esos muletazos cambiados que los inicia con unos pasitos propios de un ballet taurino y cambiar la muleta en plena cara del toro, realiza una faena artística y de antología matando de una certera estocada después de múltiples series de derechazos y molinetes bellísimos, concediéndole una bien merecida oreja, en su segundo toro Morante se fue a por todas cuajándole a su oponente una lucida faena muy al estilo de Morante de la Puebla, con series ligadas de derechazos y molinetes matando en un primer intento concediéndosele una oreja. sin embargo el clímax llegó, para el muy aficionado público merideño, cuando el torero de la tierra Leonardo Rivera realiza una espectacular faena al toro "Pajarito" de la ganadería Rancho grande de Domingo Molina. donde ejecuta una serie de tandas interminables y muy lucidas de todas las firmas, tandas de derechazos, molinetes de pie y de rodillas, manoletinas hasta que el público extasiado pidió el indulto de ese toro noble y repetidor, al cual Rivera lo tenía embebido en su muleta, el juez de plaza concede el indulto a ese buen toro de Rancho Grande, saliendo Leonardo Rivera en hombros y con dos orejas, abriendo la puerta grande del bellísimo coso "Román Eduardo Sandia" de esta hermosa ciudad Merideña. Tarde para el recuerdo y la emoción.
Con toros de la ganadería Rancho Grande y el Prado, con un lleno total hasta las banderas
Se dio la corrida del arte donde alternaron Morante de la Puebla, Javier Conde y el local Leonardo Rivera, en los tres primeros toros no hubo suerte para ninguno de los alternantes, sin embargo en la segunda mitad se inició una bella y artística gesta sacando Conde a relucir su toreo gitano y artístico con esos muletazos cambiados que los inicia con unos pasitos propios de un ballet taurino y cambiar la muleta en plena cara del toro, realiza una faena artística y de antología matando de una certera estocada después de múltiples series de derechazos y molinetes bellísimos, concediéndole una bien merecida oreja, en su segundo toro Morante se fue a por todas cuajándole a su oponente una lucida faena muy al estilo de Morante de la Puebla, con series ligadas de derechazos y molinetes matando en un primer intento concediéndosele una oreja. sin embargo el clímax llegó, para el muy aficionado público merideño, cuando el torero de la tierra Leonardo Rivera realiza una espectacular faena al toro "Pajarito" de la ganadería Rancho grande de Domingo Molina. donde ejecuta una serie de tandas interminables y muy lucidas de todas las firmas, tandas de derechazos, molinetes de pie y de rodillas, manoletinas hasta que el público extasiado pidió el indulto de ese toro noble y repetidor, al cual Rivera lo tenía embebido en su muleta, el juez de plaza concede el indulto a ese buen toro de Rancho Grande, saliendo Leonardo Rivera en hombros y con dos orejas, abriendo la puerta grande del bellísimo coso "Román Eduardo Sandia" de esta hermosa ciudad Merideña. Tarde para el recuerdo y la emoción.